Autor: admin 5 julio 2009

Santiago Beruete

«Chamfort sintió de modo angustioso que la búsqueda del éxito envilece la naturaleza humana. Había conocido a casi todos los hombres famosos de su tiempo, los había visto infelices y se preguntaba el porqué. No tenía dudas. Se habían vuelto infelices a causa de su pasión por ser célebres y los había visto morir tras haber degradado su carácter y su vida moral».

Giovanni Macchia

Cómo salir del anonimato

En España no hay buenas novelas en los cajones. Laura Góngora se complacía en repetir esa frase cada vez que alguien se lamentaba de las dificultades que encuentran los nuevos autores para publicar. Si alguien podía hacer esa declaración, era precisamente ella, que tenía su mesa de despacho sepultada bajo una montaña de libros inéditos. Como una prestigiosa agente literaria que era, no pasaba un día sin recibir por correo el manuscrito de algún desconocido que anhelaba salir del anonimato. Unos originales se hacinaban encima de los otros esperando en vano que Laura Góngora se dignase hojearlos. Hay que decir en su descargo que, ni dedicando a esa tarea todas las horas del día, hubiera podido dar lectura a ese ingente caudal de narraciones.

Autor: admin 23 septiembre 2007

Susan Sontag: Cuestión de énfasis
Alfaguara, Madrid, 2007

«No estábamos mintiendo, sino que era una cuestión de énfasis», comentaba un funcionario de la Administración Bush en la ABC News refiriéndose a la forma en que la Administración norteamericana exageró la amenaza que Saddam Hussein suponía para EE. UU. No le cayó en saco roto a Susan Sontag (1933-2004), una neoyorquina seria y tenaz, comprometida con su tiempo más allá de las medias tintas: «Si no puedes poner tu vida donde está tu cabeza (corazón) entonces lo que piensas (sientes) es un fraude». Tras su célebre artículo escrito poco después de la tragedia del 11-S, en el que criticaba acerbamente la desconexión existente entre la realidad y lo que los medios de comunicación y políticos norteamericanos decían sobre la realidad, le llovieron palos de todos los frentes, se le acusó de odiar a su país, de ser una idiota moral, se le comparó con Bin Laden y Saddan Hussein e incluso hubo alguien que propuso confinarla en el desierto. Es importante tener esto en cuenta, así como sus largas estancias en Vietnam y en Sarajevo, para comprender que la respuesta estética de su escritura ha sido inseparable de su actitud ética.