Autor: admin 25 septiembre 2008

Ana Rodríguez Fischer y Eric Lax: Conversaciones con Woody Allen

Lumen, Barcelona, 2008

Quizá sea este voluminoso libro, que al lector español le viene de perlas por coincidir su publicación en castellano con el estreno ibérico de Vicky Cristina Barcelona, toda una rareza que precisa de un juicio de valor exento de precipitación, el que más cerca esté de ofrecer todo lo que el cinéfilo siempre quiso saber sobre Woody Allen y nunca pudo preguntarle.

Autor: admin 25 septiembre 2008

Javier Fresán

No siempre son los jóvenes quienes comienzan una revolución. Lo sabe bien la catedrática de Literatura Española Rosa Navarro Durán (Figueras, 1947), que tras una vida entera dedicada desde varios frentes a la edición y comentario de textos clásicos, se lanzó a comienzos de este siglo a una investigación que la ha llevado a descubrir quién se esconde detrás del Lazarillo y a proponer una lectura nueva de la obra que resuelve muchos de sus problemas textuales. Fruto de este trabajo es su ensayo Alfonso de Valdés, autor del Lazarillo de Tormes (Gredos, 2004, 2ª ed. aumentada), en el que reconstruye minuciosamente la biblioteca portátil de este escritor fuera del canon, secretario de cartas latinas de Carlos V y valedor de Erasmo en España, que Menéndez Pelayo consideraba el mejor prosista de la primera mitad del siglo xvi. Porque no se puede entender ningún texto de los Siglos de Oro —explica la profesora Navarro— sin un conocimiento preciso de las obras literarias de la época, que ponga de relieve la complejísima trama de referencias, amistades y enemistades, o exhibición de lecturas. Nos encontramos en el palacio de la Magdalena, donde dirige un curso para los mejores estudiantes de Bachillerato, y charlamos durante casi dos horas, en las que Vuestra Merced, la página arrancada, los zapatos del pobre Lázaro o los peligros del confesionario —argumento central del Lazarillo— desfilan por la conversación con una vitalidad extraordinaria.

Autor: admin 25 septiembre 2008

Javier Vásconez

Imaginemos un mundo sin animales ni plantas ni árboles ni ríos ni lagos ni mares ni volcanes, solo nos quedaría la posibilidad del horror, de la desolación, del desamparo, del desconcierto. ¿Cómo podríamos vivir en un mundo de tal naturaleza, mejor dicho, sin una naturaleza que nos sostenga? ¿Cómo pensar, soñar, delirar, amar e incluso escribir en un mundo en el que la naturaleza (gestación de la vida y anuncio de la muerte) esté ausente? ¿Cómo imaginar, por otro lado, la posibilidad de hacer literatura sin la movilidad, precisión y belleza de las palabras? Al parecer la una se alimenta de la otra. Desde una visión convencional a un escritor se lo considera un estorbo y al mismo tiempo un creador. No soy sociólogo. Soy un escritor. Por lo tanto, vivo seducido, deslumbrado por el poder de las palabras, vivo en consonancia con ellas y para ellas. Invento personajes, ciudades, situaciones específicas sostenidas en el marco de las palabras. Supongo que mi deber como escritor es limpiarlas de la contaminación, de la hojarasca provocada por el mal uso que se hace de ellas en los diarios, en el habla de todos los días, en los libros, de este modo un escritor se convierte inevitablemente en el jardinero del lenguaje.

Autor: admin 25 septiembre 2008

José Muñoz Millanes

«La voz es el origen. De ella nacen la música, el lenguaje y la expresión. De todas las trazas que el ser humano haya podido marcar en su viaje por la ruta del significado, la voz ha sido el soporte fundamental de su portentosa evolución, la condición imprescindible, se podría decir», afirma el musicólogo Jorge Fernández Guerra.

Este origen común de la máxima expresividad humana en lo hablado y lo cantado explica el privilegio de la voz en la actividad crítica de Susana Reisz, apoyada en su doble experiencia de lectora y de oyente.

Autor: admin 25 septiembre 2008

Silvia Ungidos

Nápoles te robará el corazón, es posible también que la cartera. Sabrás al poco de pisarla que no hay, no puede haber otra ciudad que se le parezca. Nápoles te robará el corazón. Pero si has llegado allí en avión y en el aeropuerto de Capodichin se te ocurre coger un taxi, antes de que la ciudad te robe el corazón se encargará el taxista de subírtelo desde el pecho a la garganta, gracias a una habilidad particular italiana que aquí alcanza su máximo virtuosismo. Es la capacidad que tiene el conductor napolitano para circular por sus carreteras ignorando por completo la convención de las señales y el trazado marcado. Amarás como a ninguna otra la peligrosa creatividad de Nápoles, que ya desde el primer momento se manifiesta con riesgo y vitalidad inigualables.

Autor: admin 25 septiembre 2008

Pelayo Fueyo

Jueves, 8 de noviembre de 2007. Estoy cansado de conversar con las cosas de mi casa. Como soy poeta, ellas quieren que les otorgue una nueva función. Quizá ser metáforas de una alegoría que yo no represento. Y es que soy una momia. También se me pasan por la cabeza ideas que son imágenes mágicas. Pero nadie podría constatarlo. Es de noche, y el reloj de arena se ha roto por el centro. Tengo un sueño que se parece a la eternidad.

Autor: admin 25 septiembre 2008

Julio José Ordovás

A ciertas horas, el Coso zaragozano parece la Quinta Avenida. Hilario J. Rodríguez —gorra de los Yankees, camisa ceñida, americana y mochila escolar a la espalda— también parece un escritor neoyorquino. Caminamos hasta el Levante, un café tan europeo como castizo. Hilario ha recalado en Zaragoza por un plazo indefinido, y la ciudad le gusta sobre todo en lo que tiene de puzle de ciudades. Me cuenta que el otro día fue al cine a ver Wanted. «Una mierda. Pero es que yo no me pierdo ninguna peli en la que salga Angelina Jolie».

Autor: admin 25 septiembre 2008

Javier Almuzara

RESURRECCIONES

El 24 de febrero de 1607 la corte ducal de Mantua y un grupo de embajadores extranjeros asistió en el palacio de Vincenzo Gonzaga a una representación única que cambiaría la historia de la música. Se trataba de una tragedia inspirada en la mitología griega, compuesta por Claudio Monteverdi, sobre un libreto de Alessandro Striggio. No era la primera vez que se utilizaba el nuevo arte de recitar cantando, pero sería la primera obra maestra del género.

Autor: admin 21 julio 2008

Epicteto Díaz Navarro: Juegos de lenguaje. En torno a la narrativa española actual
Llibros del Pexe, Gijón, 2007

Vagamos perdidos por un mundo que hace tiempo dejó de lado las totalizaciones ideológicas. Ya no es demasiado fácil encontrar quien enfoque la realidad desde una perspectiva humanista, ni marxista, ni desde otros posicionamientos que terminan en ista. El liberalismo ha tenido algo más de suerte gracias a la caída del bloque soviético y al buen aprendizaje que hemos hecho de una economía de mercado —que sólo es libre cuando a algunos les interesa— depredadora y con bastantes similitudes con aquel capitalismo salvaje que se puso en práctica a finales del siglo xix y llevó al supuesto mundo civilizado a la explotación inhumana del resto del mundo, albergando como consecuencias, primero una guerra mundial, y después otra. La respuesta dominante a la falta de cobertura que nos han dejado de proporcionar sistemas filosóficos e ideologías es una suerte de eclecticismo que llamamos posmodernidad. El mundo ha dejado de ser blanco o negro y, quien más quien menos, cogiendo algo de aquí y algo de allá, va construyendo su propia realidad polifónica y gris. No sé muy bien si esto es bueno o malo, ni creo que se deba juzgar desde un punto de vista moral. Lo que sí creo es que nos ha hecho comprender algo más nuestra vulnerabilidad; ser conscientes de que somos incapaces de dar respuestas concretas, precisas, totales, a los problemas que nos plantea la existencia.

Autor: admin 12 julio 2008

Ana Rodríguez Fischer

El viajero camina «entre sus propias alergias y descompensaciones», según sostiene y nos muestra Claudio Magris en su periplo por el Danubio. Por eso a los Ulises modernos los vemos hurgando en el fondo propio para pescar una razón o un deseo a menudo relacionados con la autobiografía y el pasado familiar, muy especialmente si por sus venas corre sangre de exilio, destierro o emigración. Por eso algunos parten hacia un lugar desconocido, impulsados por un sentimiento atávico, según nos muestra, por ejemplo, Paul Theroux en la Patagonia, lugar que además de entrañar la promesa de un paisaje desconocido y la ocasión de una experiencia de libertad, o de ser «la parte más austral de mi propio país, el punto de destino perfecto», era también un modo de completar el viaje que había querido hacer su bisabuelo, un italiano emigrado a la Argentina en 1901.